A Word from the Editor

A muchos les sorprenderá encontrar este comentario editorial escrito en Español y no en Inglés como acostumbro a hacerlo. Sucede que cuando uno se ve en la necesidad de expresar sentimientos profundos o tratar temas que intuye de trascendencia, recurre a la lengua natal. Vivimos tiempo de zozobra en la sociedad argentina y el campo educativo no podía ser ajeno a esa sensación generalizada de incertidumbre que todo cambio trae aparejado. Tras larguísimos años de disfrutar de una pax romana (que nunca llegó a ser total si uno cuenta los tiras y aflojes de cada Marzo) en nuestro campo especifico de la enseñanza de las lenguas extranjeras, este año vivimos dos revueltas de proporciones, una que aún no ha sido encauzada: la remoción de nuestros colegas del área de primaria y su traslado a una gerencia operativa (GOLE) ad-hoc y otra de reciente data referida a la creación de una supuesta Universidad del Maestro y la desintegración de 29 instituciones de formación superior (21 de ellas dedicadas a la formación docente y 3 de ellas con formación específica en lenguas extranjeras). Al momento de escribir estas líneas no parece conocerse mayores detalles acerca de la implementación de esta “decisión” del gobierno de la ciudad de Buenos Aires que deberá obtener (lo que se descarta) la aprobación de la Legislatura. Lo que sin duda ya ha obtenido esta inconsulta decisión es el repudio de una extensa franja de actores educativos , que va desde los (tantas veces repudiados) gremios docentes hasta los encargados de la gestión de los institutos por desintegrar. Entre los institutos que pasarían a integrar la universidad de marras se encuentran los centenarios Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas “Dr. Juan R. Fernández” y el Instituto Superior del Profesorado “ Dr. Joaquín V. González” y el de más reciente creación: Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas "Sofía Broquen de Spangenberg". Tres instituciones formadoras que gozan de un bien ganado prestigio académico en nuestro medio y son, como no podría ser de otra manera, objeto del reconocimiento y cariño de sus estudiantes, su claustro docente, sus graduados y de los colegas educadores en general. Como ya dije, poco se sabe acerca de la instrumentación de la medida (parece que los empresarios y periodistas se enteraron el 22 de Noviembre mientras que los rectores lo han hecho hace pocos días) lo que aumenta el desasosiego Solo nos resta esperar a que haya más precisiones y que en el diálogo honesto de las partes involucradas, más allá de las lógicas emociones y pasiones, se generen consensos que permitan avanzar hacia una decisión democrática que respete el camino andado a lo largo de tantos años y avance hacia una auténtica jerarquización de nuestra profesión.


Dr. Omar Villarreal
Editor